domingo, 20 de noviembre de 2011

DESDE LA TUMBA


Ensangrentadas lágrimas de mis collares,
cadenas de mil insultos colgados al cuello ahogado,
el silencio se atrincheró,
en las paredes de mi estancia y mi cuerpo...

Palabras rotas en llantos contenidos,
bosques oscuros eran las noches de espera;
más miedo daba el resonar de tus laves en la puerta
que esa soledad de no poder decir nada...

No salían siquiera las palabras,
y cuando algo apenas pronunciaba,
daba miedo el cuchillo de tu lengua,
la daga de tu puño,
tu mirar de desprecio,
o tu olvidar
de la condición de ser humana.

Mis bolsillos se llenaron de agujeros,
por ellos,
balas perdidas,
pañuelos blancos teñidos de tinta invisible,
y por las rendijas,
sólo eran testigos... las macetas;
mis confidentes de angustias,
mis sacerdotisas...
asimilada en mi estar de bermellón silencioso,
a la sombra de una teja ajena.

La cuna,
ya vacía de niños,
como quedó mi vientre roto
después de tu azoga furia
de manada de potros desbocados...

Cuando veía a tu madre
con las uñas mordidas,
huyendo hacia la cocina,
por no decir nada a nadie,
entendí,
que tu historia era heredada...
de tus abuelos, padre y tíos..

Una vez te dije,
que me marchaba,
que me iría a volar muy lejos...
ese día,
no sólo cortaste mis plumas
de ave atrapada en una jaula,
con tu desacertada mano negra
cubierta de rabia,
golpeaste mil veces tu palma en mi rostro...


La misma palma
con la que acariciaste un día
mis senos y pubis,
apropiándote del cuerpo,
haciéndolo tuyo por entero;
sin un lamento,
ni una queja,
o un no por respuesta.

Hoy,
tus manos traen a las lápidas grabadas,
de tu madre y tu mujer...
unas flores secas...
muertas
como lo estamos nosotras.

Ella de tristeza,
de callar en abnegada sonrisa,
ese dolor que como a mí
se nos atoraba en un respirar detenido...

Yo,
porque escribí unos versos
y no soportaste verte en el espejo...
de mis torpes letras,
y tu ira,
tomó como herramienta mi cabeza,
que se ahogo en la alberca de un patio cualquiera.

Ya no recuerdo,
de que color eran tus ojos,
porque se volvieron mis pupilas tu mirar,
y mis oídos tu entender...
y mi lengua... mordida...
un silente cantar de lamentos.

Perdonarte no sé,
porque ya no estoy viva,
pero hay tienes a tus hijos,
testigos de cada caída en falso,
de cada ranura sobre el madero de la mesa,
de cada grieta de la pared atormentada...
ahí los tienes...

Ya no amenazarás
con quitarme mas carnes,
ni almas... ni negarme sus sonrisas,
ya me mudé de lugar y de casa,
ya tengo techo fijo en el nicho
que aposenta mi horadado cuerpo...
y aquí hace menos frió que en tu tan valorada casa.

Este cuerpo,
que ni es joven,
ni anciano...
sólo de una mujer,
que decidió un día...
pasear a tu lado,
y vivió siempre con ese recuerdo enamorado...

Mal amor entendido,
por que ahora sé,
que no por tenerme en un vilo,
era tuyo mi pensar.

Ahora, ahora ya soy libre,
libre para hablar, aunque sea desde la tumba.

Copyright ©2011 Ivonne Sánchez Barea. Derechos reservados - All Rights reserved.

viernes, 30 de septiembre de 2011

AD VER TENCIA

Vierto en la memoria más esquiva,
los lances de unos pies inquietos,
y recuerdo aquellas bailarinas,
de tacones finos y lazos superpuestos.



Mis primeros tacones fueron prestados,
por la hermana de un niño vecino…
Eran negros, afinados, algo nuevos y algo usados.

Caminaba en equilibrio en desparpajo,
de una niña que adulta se mecía,
entre ligueros sosteniendo tupidas medias,
que encaladas velaban las piernas ya crecidas.

Caminé tres calles paralelas,
de sur a norte por la carrera quince,
como los años que se me apretaban entre los dedos,
de esos pies que se empeñaban libres.

Deteste la piel endurecida,
en el calzo que se me apretaba,
y los cordones eran enemigos,
por desatados, rotos o perdidos.

Peregriné los barrios de los calzados
buscando siempre la suave piel;
el ante, el cuero sin brillo,
que en forjara los extremos delicados,
y permitieran correr sin lamentarlo.

Crecí entre plataformas, botas y botines,
hebillas, tachuelas y punteras…
dando pasos de torpes a elegantes,
en un pausado andar casi de puntillas.

De repente llegaron los diseños
de nueve centímetros de alto,
y fui feliz subida en mis zancos,
ganando altura, distinción y envergadura.

Baile las rumbas y las salsas,
e incluso sobre ellos levante un santuario,
que repetidos tenía en el armario
de colores y formas diferentes.

Cuando alcancé los cuarenta años,
me caí de una mesa colgando un cuadro,
y quebré por partes mi rodilla,
enterrando casi todos los zapatos.

Ansío ahora acariciar la zapatilla,
con la mirada, el pie y la mano…
pero ella, encarcelada tras cristales,
sólo me regala la mirada…
de un recuerdo de andar algo deprisa,
por las calles, por las plazas, por la vida.

Si algún día, pudiera comprar unos zapatos,
serían rojos, brillantes, con tiras y pedrería…
Los colgaría como péndulos que orbitan,
del viejo techo que hoy me abriga.

Allí, con ellos viajaría,
entre recuerdos y memorias de los años
soñando que soy la bailarina,
en el centro de un salón vacío.

Me quedan aparcados todos planos,
sandalias, abarcas y escarpines,
de lona y de goma almohadillada;
alpargatas, bambas y pantuflas,
que calientan mis extremos y me aguantan…

Llegó la senectud apresurada,
y me advierte lentitud y observancia,
para lograr llegar desde la estancia,
y bajar las escaleras a la puerta de la vida …

Un adiós repentino di a los pasos,
donde vierto como agua sobre huellas,
dejando los surcos y las estrellas,
de la vida trascurrida en fugaz vuelo.

Al final de la historia de chapines,
estoy descalza frente a frente,
confesando abiertamente mi lujuria
y mi amor por los zapatos.



Copyright ©2011 Ivonne Sánchez Barea. Derechos reservados - All Rights reserved.

martes, 9 de agosto de 2011

Aljibe del Poeta - Mirador de San Nicolas - GRANADA -30 de Julio de 2011

Tejida la vista
por la urdimbre
de tus ojos negros,
sobre la ocre tez alfar, tu cuerpo…

Oro que cruje por grietas y poros,
y lloran sus sombras la luz,
luz que lame los cipreses
que te nacen bajo los pies.

Cada ángulo
se esconde y aparece
abriendo el cielo,
un azul profundo, despejado y roto.

Roto el momento por el instante,
que en silencio
emerge de la sin voz,
un concierto visual que embriaga la mirada.

Sólo tú podrías ser
quien abre el destino
y embruja la noche
desde el dormitado día que se apaga…

Alhambra.



Ivonne Sánchez Barea

viernes, 15 de julio de 2011

MICRO RELATO - Identidad Universal

IDENTIDAD UNIVERSAL

¿Quien le dijo a quien… de dónde eres? ¿Cuál es la identidad de las personas en el siglo XXI? El número de la IP del computador, o talvez el número asignado para la seguridad social, o el que se nos entrega como numero de identidad, un registro de nacimiento con fecha, lugar y origen… siendo de tal o cual Nación… hijos de … nietos de…

Somos planetarios, terrícolas, humanos, animales inteligentes con la suficiente capacidad de diferenciarnos.

¿Quién le pregunta a quien… de dónde eres?

viernes, 10 de junio de 2011

Recital 4 de Junio/11 DIABLOS AZULES- Madrid

Hoy se me tiñe de azul
la esperanza,
en el puño y la extendida palma;
en la caricia contenida,
en la palabra versada
y en la mirada…
entre las venas y el corazón
guardo atesorado el verbo,
hoy,
hoy abro el sendero amplio
travesía centrada…
tribuna abierta de mi alma
Con estos pétalos tiernos…
para ti, de mi

¡QUE DIABLOS… ¡
volad… versos…

TEMPLO DE BACHUÉ EN SEVILLA

Templo de Bachué en Sevilla;
un patio de luz,
contenidas y fragmentadas alas de la libélula
orientadas hacia los cardinales puntos:
mujer, madre, hija y fémina…

Un palacete que evoca
a la creación desde su centro
desde donde mana el agua de la fuente…

Dibujando manos sobre tela…
con palabras en el interior…
es darle viento a las libélulas
y hacer de la palabra canto…

Hera, Bachue, Libélulas, diosas de la creación…

Desde Granada la artista y poeta,

lunes, 16 de mayo de 2011

A ROQUE DALTON

No pronuncies a “Dalton”…
no, no lo pronuncies;
cuando dé por certificada su ausencia,
de la negrura de sangre seca,
llega tu voz velada…
tus once letras silenciadas,
y canto las extrañas letras,
que de mis labios lloran;
tormenta y miel,
en los perdidos sentidos bajo la niebla,
el faro y la campana,
detuvieron el reposo de tu palabra…
ahora hablas con otra voz... la nuestra.

Ivonne Sánchez Barea
Granada, España

voz candela

"Es la voz candela en la boca...
lumbre azul
llama y hoguera."

domingo, 9 de enero de 2011

EXISTO

EXISTO

camino los espacios y encuentro la dulce compañía
de la soledad apaciguada,
detengo los pasos;
veo,
siento,
un suspiro atraviesa al aire,
como una espada.
el color invade mis venas
desde siempre,
y la voz de mi memoria
recita versos y cuartetos...
aun estoy,
aquí,
presente,
aunque hay
quien no quiera
ver
que
e
x
i
s
t
o
.
.
.

existo,
aunque hay
quien no quiera verme…
presente,
aquí,
aun estoy;
recito los versos y cuartetos,
y la voz de mi memoria,
desde siempre,
el color invade mis venas…
como espada,
un suspiro atraviesa el aire,
siento,
veo,
detengo los pasos
de la soledad apaciguada y del encuentro en la dulce compañía
camino los espacios… sola o contigo.




Ivonne Sánchez Barea 2011

EL POETA Y EL PINTOR

En una tarde de enero
de frío sin esplendor,
con dos copas de vino,
se reunieron Poeta y Pintor.

Ese domingo de lluvia,
pactaron ellos dos,
el Pintor con su paleta,
y con la pluma el versador.

El Poeta dijo al Pintor…
-Si tú te vas antes,
si antes te vas que yo…
yo escribo unos versos
alusivos a los dos…

El Pintor contesto al Poeta…
-Amigo ¡NO!
Si tú me dejas primero,
si te vas antes que yo…
yo pinto un retrato,
un retrato de los dos.

Al poco marcharon en silencio
el Poeta y el Pintor,
quedaron escritos los versos,
y el retrato del creador,
de dos artistas muy viejos,
amigos eran los dos.

El trovador con su guitarra,
canto los versos pintados,
rasgo las cuerdas templadas
con el pincel del Pintor…

Esta es la historia de un pacto
que estampada está en sus esquelas,
entre dos amigos colegas…
Maestros fueron los dos.


Ivonne Sánchez Barea
Enero 2011